- Programa de vigilancia incluye toma de muestras de agua junto con la revisión de la normativa vigente por Covid_19 y que todos los asistentes cuenten con su Pase de Movilidad.
Hasta el Parque Acuático Las Curuninas, llegó la Seremi de Salud junto a fiscalizadores de la Oficina Comunal de La Serena para inspeccionar y controlar las condiciones sanitarias del recinto.
Este trabajo se enmarca en el programa de vigilancia (fiscalización y toma de muestras de agua) que se realiza en piscinas de uso público y uso público restringido, conforme a las facultades conferidas por el Código Sanitario y al Reglamento de Piscinas de Uso Público. El objetivo es resguardar la salud de la población que hace uso de las piscinas para fines recreacionales, como también prevenir la ocurrencia de accidentes durante la temporada estival.
“Nuestro equipo de fiscalizadores de las distintas oficinas comunales de la Seremi de Salud van a estar verificando el cumplimiento de las normas que se encuentran establecidas en el contexto de la pandemia y además también las propias normas que se encuentran reguladas para el funcionamiento de las piscinas de uso público restringido”, puntualizó Roberto Villalobos, Seremi (S) de Salud.
Según el protocolo que exige el Ministerio de Salud para estos recintos, se controla el uso obligatorio de mascarilla, la distancia mínima entre personas, demarcaciones, señalética de autocuidado, limpieza de superficies, elementos comunes como barandas, asientos, sillas, quitasoles y mecanismos de desinfección de manos. Además, se incorpora la fiscalización a pase de movilidad, acreditando el esquema completo y la dosis de refuerzo para fomentar la inmunización en la población.
Para Tomás Balaguer, Encargado de la Oficina Comunal de La Serena, se revisan una serie de condiciones y situaciones en las visitas inspectivas que se realizan. “Nosotros medimos principalmente el contenido de cloro libre residual en el agua, que tiene que estar entre 0,5 y 1,5 partes por millón. Tenemos que medir el PH y todas las condiciones de seguridad de las piscinas que tiene que ver con que puedan ser usadas sin riesgo para el público como por ejemplo que estén demarcadas las profundidades de la piscina, que estén presentes los elementos de salvataje en caso de accidente, que cuenten con un salvavidas capacitado en temas de salvataje y primeros auxilios”, explicó.
La región de Coquimbo cuenta con un universo de más de 50 piscinas de uso público general y más de 230 de uso público restringido. En estos recintos se focalizarán las fiscalizaciones en época estival, con el objetivo de seguir resguardando la salud de toda la población.