Fue en el año 2009 cuando el Tranque de Relaves Los Quillayes, ubicado al interior de Minera Los Pelambres, alcanzó el final de su vida útil. En ese entonces y tras el acuerdo entre la empresa y las comunidades del Valle Alto de Salamanca, como Cuncumén, Tranquilla, Batuco, Coirón, Chillepín y Punta Nueva, se decidió a través un proceso participativo el cierre sustentable del tranque y controlar el material particulado.
En ese entonces, se decidió utilizar la “fitoestabilización”, metodología que hasta hoy continúa su proceso de implementación para cubrir en donde alguna vez existió un tranque de relave.
Según lo comentado por uno de los académicos a cargo de este proyecto, en el permiso vigente para este tranque se indica que una vez que se termine de ocupar el tranque, llegue a su vida útil, se debe poner sobre tierra y luego reforestar con especies nativas que se adapten al lugar.
En la etapa inicial se planificaron 60 hectáreas, que se encuentran en proceso de plantación con especies como espino, algarrobo, adesmia, romerillo, las cuales fueron seleccionadas siguiendo criterios como eficiencia hídrica y rápida adaptabilidad.
Por ahora el trabajo continúa en el Tranque de Releves Los Quillayes con riego por goteo y la colaboración de trabajadores de las propias comunidades que firmaron el acuerdo.
¿QUÉ ES LA FITOESTABILIZACIÓN?
En concreto, la fitoestabilización es la utilización de especies vegetales que «permiten inmovilizar contaminantes en el suelo, sedimentos y lodos; prevenir y reducir la movilidad y la migración de contaminantes a través de la erosión; y disminuir la biodisponibilidad de metales. Con este sistema, los contaminantes son absorbidos por las raíces de plantas debidamente seleccionadas, donde son acumulados en formas inocuas, evitando así posibles efectos tóxicos sobre otros seres vivos e impidiendo que afecten las napas subterráneas.«
