Emprendedores locales tienen nuevo espacio gracias al apoyo de la CRDP

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  • En el acceso al terreno donde se realiza la “Expo Coquimbo” se ubican 55 productores regionales, quienes ofrecen desde artesanía diaguita hasta terapias de relajación. Iniciativa busca la reactivación de negocios afectados por la pandemia.

 Artesanías diaguita, masajes de relajación, ropa con diseños de autor y un puesto que ofrece casi un centenar de distintos tipos de mermeladas. Esos son algunos de los productos y servicios que emprendedores de La Serena y Coquimbo poseen en una novedosa feria ubicada en el acceso al terreno donde se realiza la “Expo Coquimbo”.

 La iniciativa, que permite a los locatarios trabajar de manera gratuita, fue gestionada por la Corporación Regional de Desarrollo Productivo (CRDP) y el Gobierno Regional de Coquimbo a través de su eje de Capital Humano.

 El objetivo es apoyar a artesanos y productores locales, quienes han sufrido el impacto de la pandemia por la baja en sus ventas. Con esta vitrina, ubicada en un lugar de alto flujo de personas, se busca darles un alivio económico y que den a conocer sus singulares productos y servicios.

 En total son 55 puestos, que se ubican en el acceso por calle Peñuelas Norte. Todas las acciones se han hecho siguiendo los protocolos sanitarios y en el acceso, todos los visitantes deben controlar su temperatura y utilizar alcohol gel. La feria se encuentra operativa de lunes a viernes, entre 11 y 21 hrs.

 “En la CRDP nuestro foco es promover una mejor calidad de vida para los habitantes de las 3 provincias de nuestra región. Hoy, debido a la pandemia, hemos puesto muchos esfuerzos en apoyar a los emprendedores, quizás los más golpeados por esta situación. Y además de este tipo de espacios, hemos capacitado a centenas de negocios en protocolos sanitarios y hecho una campaña para que las personas que visiten la región lo hagan de forma manera segura, para lo cual hemos tomado diversas medidas para promover el autocuidado”, comentó Manuel Schneider, gerente de la CRDP.

 “Este año fue muy difícil, incluso algunos de los emprendedores de aquí tuvieron problemas para comprar los insumos para los productos que venden. Así que este espacio se convirtió en un gran alivio y afortunadamente hemos tenido un buen flujo de personas”, dijo Javiera, una de las emprendedoras.

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